Independencia # 50 Norte
En 1919 esta propiedad era de una sola planta y pertenecía a los hermanos José María, Leopoldo y Antonio Cancio Luna. En ese año la adquirió el farmacéutico Segundo Toyos Galván. Desde hacía un año trabajaba con Segundo, en el negocio de farmacia, José Brizuela Sierra, quien también vivía en este inmueble.
En 1923 Toyos y Brizuela declararon que habían financiado la construcción de la segunda planta de cemento, vigas de hierro y azotea. Dirigió la construcción el maestro de obras Conrado Garau Gayá (ya famoso por su participación en la Colonia Española, entre otras elegantes edificaciones de la ciudad).
Luego Brizuela vendió su parte a su socio y, a partir de entonces, en los bajos estaba la farmacia y en altos la vivienda de Segundo y su familia.
Con posterioridad, ambos compraron, en estado ruinoso, la casa contigua (hoy Sobral # 2, que no forma parte de Independencia 50) y la reedificaron con las formas que aún conserva.
En la década de 1940 la propiedad de la farmacia era compartida entre José Cabarga Alfonso y Manuel Martínez, mientras que en los altos vivía el comerciante asturiano Eugenio Cordera, que murió en los años 60.
Después vivió allí por muchos años con su familia el economista Vicente Ramírez, quien conservó el inmueble, hasta que un nuevo usufructuario lo registró como hospedaje privado y, para ello, modificó sus interiores.
A inicios del siglo XXI el Estado ubicó allí la sede universitaria del municipio de Sancti Spíritus. Actualmente funciona como secretaría universitaria, mientras que en los bajos presta servicios una casilla especializada de venta de carne de cerdo.
Fuente:
Nuevos apuntes sobre las construcciones espirituanas (María A. Jiménez Margolles y Javier León Valdés)
Fotos de archivo
Foto de Arturo Delgado Pruna
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