Máximo Gómez No. 3 entre Augusto Guardiola y Manolo Solano
“Esta casa del capitán Don Pedro de Castañeda y Gregoria Ranzolí, alabado sea el santísimo y se acabó el 2 de enero de 1740”
Esta es la inscripción que puede leerse en el tirante de la sala principal de la casa, mudo testigo de la antigüedad de la vivienda, que la convierte en la más añeja de las edificaciones existentes en torno a la antigua Plaza de San Francisco, hoy Parque Serafín Sánchez.
El capitán Pedro de Castañeda de Rojas fue un notable espirituano,
gran benefactor de la villa, de la cual llegó a ser alcalde,
y cuya valentía ante la negativa a cooperar con hombres y suministros
al rey inglés durante la invasión de 1762 diera origen
al lema que hasta el día de hoy se lee en el escudo de la ciudad,
aprobado por la monarquía en 1822: "Mi lealtad acrisolada".
Castañeda legó la vivienda, junto con otras propiedades, a su única hija Tomasa de Castañeda Ranzolí, en 1768. Tomasa formó una numerosa familia junto al capitán Marcos Fernández-Morera, también de familia acaudalada.
La vivienda llegó hasta 1843 con mínimos cambios estructurales. En esta fecha sufrió varios cambios, tanto en el interior como en la fachada, a la que se añadieron rejas de hierro y carpintería, acordes con las tendencias en boga.
La casona cambió de propietario varias veces, y hacia finales del siglo XIX, esta casa y la edificación contigua, donde luego se edificara la Sociedad El Progreso, eran sede de fiestas y celebraciones culturales, auspiciadas por asociaciones de la villa.
En el siglo XX la casa fue adquirida por Concha Iznaga García, quien la donó a su hija Conchita Reyes Iznaga, casada con el farmacéutico y arqueólogo Laudelino Trelles Duelo.
A finales de la década del 1920, la familia Trelles Reyes cedió la propiedad a los Muzelle, que establecieron allí su taller de mecánica “Garaje Muzelle”, cuyo uso afectó los muros y los pisos considerablemente. También, estuvo instalada allí la estación de la empresa de ómnibus Flecha de Oro. Al trasladarse el Garaje Muzelle a la Carretera Central, la familia Trelles volvió a residir varios años más en la mansión.
En mayo de 1956, la familia Trelles vendió el inmueble a la compañía Ornofay S.A., que proyectaba demolerla para hacer un moderno hotel que incorporaría las áreas de viejas edificaciones aledañas; pero fue empleada como almacén de materiales de construcción, lo que facilitó que sirviera de escondite a opositores al gobierno de Batista.
Después de 1959 se destinó a oficinas, entre ellas, de las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas), de turismo, de comercio y gastronomía, y también albergó un taller de artes plásticas. En la década de 1970, se resolvió una afectación de la cubierta de la segunda crujía, sustituyendo los elementos de madera por hormigón. En 1986, tras algunas reparaciones, pasó a ser Salón de Propaganda del Departamento de Orientación Revolucionaria, hasta 1994.
Ese año, a solicitud del Primer Secretario del PCC en la provincia se le entregó la casa al Centro Provincial de Patrimonio Cultural y, luego de un cuidadoso trabajo de restauración, fue inaugurada el 12 de diciembre de 1996 como sede de dicha institución. Otra intervención constructiva se le hizo en el año 2000.
A pesar de los numerosos cambios arquitectónicos sufridos a traves de los siglos, la casa conserva su elegancia y frescura originales.
A partir del 7 de noviembre del 2000 se convierte en el Museo Provincial de Historia.
La institución brinda visitas dirigidas, libres y especializadas, también ofrece consulta de documentos, asesoría técnica y cursos de talleres y adiestramiento.
Abre de martes a sábado, de 9:00 a.m. a 5:00 p.m., y los domingos de 9:00 a.m. a 12:00 m.
El museo atesora colecciones de piezas de la cultura aborigen, la colonización española y la esclavitud africana. Además, posee fondos de artes decorativas sobre las guerras de independencia, la república y la numismática. Estas colecciones se organizan en 12 secciones que van desde historia, documentos o arquitectura hasta armas, pinturas y mobiliario, entre ellas:
- una representación del Espíritu Santo, símbolo de la ciudad;
- una tarja de 1841 que alude al primer alcalde de la ciudad, el coronel don Antonio del Valle;
- cepo, cañones, armamento ligero y vasijas de madera y metal que se empleaban en la época colonial;
- los bustos de Serafín Sánchez Valdivia, José Miguel Gómez y Manuel Martínez-Moles;
- las sillas que utilizaron los alcaldes Ruperto Pina Marín (1923-1933) y Luis Bienes Jiménez;
- fotos de Catalina Lara Hernández, quien fuera directora de la primera Academia de Ballet de Sancti Spíritus;
- tarjas como la que recuerdan el Servicio de Higiene Infantil José Sánchez Naranjo, institución fundada por el Club Rotario en 1928, y la que homenajea a Guillermo de Valdivia Madrigal, pionero y figura cimera de la riqueza ganadera nacional, sufragada por la Federación Ganadera de Sancti Spíritus, en 1955
Hacia finales del 2021, el alero del costado que corre por la calle San Fernando estaba muy deteriorado, con posible afectación del techo en esa sección también.
FUENTES:
"Libro de las construcciones espirituanas" Maria Antonieta Jiménez Margolles
Las Villas y Matanzas. Guía de arquitectura y paisaje
Fotos de archivo.
Fotos de Luisciro Vento Torres
Fotos de Arturo Delgado Pruna
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