Historia, leyendas y ciencia van de la mano en esta vetusta casona
El funcionario de la corona española de origen vasco Félix Ramón del Camino y Santiago, dueño de numerosos esclavos, fincas rústicas y urbanas, manda a construir una majestuosa casona "con un puntal por encima de las demás construidas hasta el momento y realzada con techos, rejas y decoraciones más elegantes que las existentes en su entorno" en la céntrica esquina formada por las calles San Francisco (hoy Máximo Gómez) y Cadena (hoy Manolo Solano) poco después de haber sido nombrado Administrador de las Rentas Reales, Intendente de la Real Hacienda de la Villa de Sancti Spiritus y Alcalde Ordinario de la misma en 1794.
El 21 de octubre de 1812 adquiere el terreno ubicado al fondo de la casa que ya habitaba, para construir una extensión a la vivienda, con la que compartiría patio; dicha extensión la habitarían su hija Luisa Mariana del Camino y Pablo-Vélez y el esposo de ésta, el acaudalado independista trinitario José Aniceto Iznaga Borrell, desde 1814 y hasta 1820, fecha en que falleciera Luisa Mariana.
Al morir Don Félix, su viuda (y segunda esposa) Mariana de Jesús Marín Cancio siguió ocupando la vivienda y el 28 de noviembre de 1833 contrajo segundas nupcias con el coronel Victoriano Irribarren, del Batallón Ligero de Tarragona, acantonado en el convento de San Francisco de Asís desde 1826. El matrimonio ocupó la casa durante casi cuatro décadas y llegó a alquilar los cuartos que daban a la calle Cadena; luego del fallecimiento del coronel, su viuda se mudó y sus hijos vendieron el inmueble a don Luis José Venegas y Torres, quien le añadió obras de gran valor: decoró las fachadas de Máximo Gómez y Cadenas; amplió los martillos; reparó aleros y cubiertas; y segregó la mitad, que se transformó en una vivienda independiente, con frente por Santa Teresa (hoy Quintín Bandera). También le efectuó cambios en la carpintería y en algunos vanos, mas no alteró lo esencial. Luis José Venegas alquiló la casa a la escribanía del Licenciado Juan Carbonell y Vingut durante un tiempo. Tras la muerte de Luis José Venegas la hereda su hija doña María del Carmen Venegas y Cañizares, casada con don Bernardo de la Aguilera. Su nieto, el doctor en Medicina Luis de la Aguilera y Gajate, heredó la propiedad y durante la década del 50 del pasado siglo la alquiló a los exitosos empresarios asturianos Jose y Bernardo Solis, quienes instalaron allí una sucursal del Encanto.
1896
1927
1929
1950
Luego de 1959, la casa pasó a ser propiedad del Estado y en 1965 fue dedicada a unidades de servicio. A inicios de la década de 1970, le segregaron cuartos de la parte izquierda para integrarlos a la edificación contigua (Máximo Gómez # 4, sur). El 23 de diciembre de 1974 la casona se convirtió en el Archivo de Historia Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, función que conservó hasta el 20 de octubre de 1984 cuando se convierte en la sede del Museo de Historia Natural, bajo la dirección de la Academia de Ciencias de Cuba, pero no es hasta 1992 que esta institución abre sus puertas al público. La base de sus primeras colecciones se inicia con los fondos adquiridos de la colección del Dr. Carlos de la Torre y Huerta en el año 1986, piezas provenientes del extinto Museo de Historia Natural "Alejandro de Humboldt" de Trinidady la cooperación de los grupos Samá y Caonao de la sociedad Espeleológica de Cuba.
En su exposición permanente se muestran importantes colecciones de Mineralogía, Petrografía, Paleontología y Zoología. Este museo realiza de forma paralela actividades tanto didácticas - culturales, como de investigación científica y sus valiosas colecciones contienen interesantes testimonios del patrimonio natural del territorio espirituano. Estos exponentes se encuentran ubicados en cinco salas de exposición permanente, la primera dedicada a la Geología, la segunda a animales invertebrados, la siguiente a peces, anfibios y reptiles (montaje pendiente), la cuarta a aves y la última a mamíferos.
El museo cuenta desde 1984 con un planetario escolar, que es el único de su tipo que actualmente brinda servicio al público, gracias a la tesonera labor de los trabajadores del centro y de los aficionados a la astronomía.
La vieja casona aún exhibe con orgullo su esplendor colonial.
Lateral del museo por Manolo Solano (Cadena)
Vivienda con frente a Quintin Bandera (Santa Teresa) que antaño fuera una extensión de la casa.
El inmueble consta de una planta en forma de U, en la cual los espacios principales quedan conformados en dos crujías paralelas a la fachada que da a la calle Máximo Gómez, con una galería con arcos de medio punto que, a diferencia del resto de la edificación, presenta cubierta plana.
En varias piezas de la casa hay pinturas murales con diferentes motivos. En la sala —ejecutadas con brillantes colores y buen manejo de los claroscuros—, se aprecian flores y frutos de armónica combinación estética. Lo que fuera el comedor de este domicilio es considerado una de las piezas "que posee creaciones de extraordinario valor", ya que en las paredes del comedor aparecen diversos tipos de "carruajes de varias épocas, como son el tilburí inglés, el persa y un vehículo de guerra, cuyos dos caballos son tirados por un ángel que está detrás", elementos mitológicos, pertrechos de guerra y la bandera española, reflejo de la convulsa situación política del siglo XIX.
Cuádruple ranurado tiene la madera de los techos inclinados, y el tirante pareado de la sala tiene lacería que no lo sobresale. La cubierta de la primera crujía es de cuatro faldones, muy parecida a las del siglo dieciocho.
Fuente:
Apuntes sobre las construcciones espirituanas - María Antonieta Jiménez Margolles
Las primeras villas de Cuba - Alicia Garcia Santana
Archivo privado familia Iznaga
Archivos Agencia de Viajes NESITI
Fotos de archivo
Fotos de Arturo Delgado Pruna
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