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Wednesday, February 1, 2017

Museo de Arte Colonial, antiguo Palacio Valle

Majestuosa edificación, símbolo de poder y elegancia


Esta vivienda, ubicada en calle Plácido #74, fue construida durante la primera mitad del siglo 18. Fue propiedad Antonio Armenteros Guzman, quien la vendió por cuestiones de deudas al Teniente Agustin Jimenez, y a la muerte de éste su viuda Luisa Gonzalez la vende a los canarios Jacinto y José del Castillo y Reyes. Por referencias documentales, ya en 1759 existe mención de esta casa como "la casa en altos" por ser la primera edificación de dos plantas de la villa espirituana. La propiedad pasa a la hija de Jacinto, Ana Antonia, quien contrajo matrimonio en 1784 con Don Fernando Alfonso del Valle y Lorente, Regidor Perpetuo de la Villa de Sancti Spiritus, miembro de la familia Valle Iznaga, importantes terratenientes de la región.  

Foto de la fachada. Década del 30.

"Casa de los Valles en la calle Pancho Jiménez y calle del Puente. S. Spíritus, Carlos González, 1939"
(Fondo fotográfico de la Colección cubana de la biblioteca de la Universidad de Miami)

Una de sus características más conocidas es el hecho de que cuenta con más de 100 (exactamente 110) aberturas entre puertas y ventanas de diferentes tipos, razón por la cual se le conoce como “la casa de las 100 puertas”.

Costado de la vivienda (Frente por Plácido) 
Ave. Jesus Menéndez, antigua Puente

Costado de la vivienda (Fondo por Padre Quintero, antigua San Miguel)
Ave. Jesus Menéndez, antigua Puente

Fondo de la vivienda. Padre Quintero (San Miguel) esquina a Ave. Jesus Menéndez (Antigua Puente)

El poderío y caudal financiero de esta familia no solo se refleja en la elegancia, calidad y gusto de la construcción, muebles y decorado de la vivienda, sino también en el lema familiar que aún se puede apreciar en una de las habitaciones de este inmueble:

"El que más vale no vale lo que Valle vale"
Cabe destacar que éste es el lema ancestral de los descendientes del vizcaíno Iñigo Ruiz del Valle, primero en ostentar el apellido allá por el siglo 12 y que pasó a sus herederos de generación en generación, incluyendo a Francisco Iznaga, el primero de esta familia en asentarse en la región oriental de Cuba durante los primeros decenios de la colonización de la isla, quien fuera regidor de la villa de Bayamo en 1540 y patriarca del poderoso linaje que hizo de Trinidad y Sancti Spiritus su hogar.

En 1846 la mansión es objeto de grandes cambios al renovarse la ebanistería, carpintería y los trabajos en hierro fundido, logrando una gran variedad en el diseño de las rejas y balcones, mientras se sustituyen con mármol los anteriores pisos. Se mantienen y restauran los techos de maderas preciosas, las persianas francesas, los vitrales de medio punto, las lucetas multicolores y los dos hermosos patios.






La vivienda fue nacionalizada luego de 1959 y el 10 de octubre de 1967 reabría sus puertas convertida en el Museo de Arte Colonial, el primer museo creado por la Revolución en el centro de la Isla, que exhibe alrededor de 2 800 piezas de las artes decorativas y la plástica, entre otras, que en su mayoría pertenecieron a sus propietarios originales.


Sus amplios salones muestran una casa ambientada al gusto de la alta burguesía del siglo XIX. Armonizados por numerosos muebles de tipo medallón trabajados con maderas preciosas cubanas (cedro y caoba); exponentes de las artes decorativas de variadas manufacturas Sévres, Limoges, Sarreguemines, Meissen, Dresden, Capodimonte, Mintons, entre otras. Obras del afamado grabador suizo Leopold Luis Robert decoran las paredes. También se aprecian voluminosas consolas Napoleón III laminadas en oro y estilizadas lámparas francesas de cristal bacará.

Los salones transitorios situados en la parte superior del palacio, exhiben numerosos objetos que complementan la belleza constructiva que data del siglo XVIII, perdurando los abanicos de colores que ofrecen sus vitrales en puertas y ventanas, lo que hace más atractivo este Museo.







Los dormitorios han sido ambientados según el gusto de los señores de épocas pasadas y cuentan con la presencia de elegantes mamparas policromadas, lencería fina, excelentes ejemplares del trabajo manual femenino, diversidad de útiles para la iluminación: apliques, candelabros, quinqués, hermosas lámparas de cristal fino español y juegos de aseos que en su conjunto denotan la intimidad de cada una de estas habitaciones.

Primer dormitorio




Segundo dormitorio




Tercer dormitorio





Salón de música
Habitación de carácter familiar donde los instrumentos musicales, piano y arpa, entretejen interesantes leyendas. Se expresa la historia de la familia de generación en generación fundamentada con los óleos de los principales propietarios. Se cuenta que el piano, pieza principal de la habitación, fue trasladado en hombros de los esclavos de la familia desde el puerto de Casilda hasta su ubicación actual, unos 80 km.




Salón para tomar el té 
De ambiente Art Nouveau, refleja el comienzo del siglo XX, enriquecido con ilustraciones de modas francesas y óleo con escudo familiar que resalta la opulencia de la aristocracia de la época.








Comedor
Amplio espacio donde coinciden voluminosos armarios que muestran copas de cristal bacará, jarras biscuit de manufacturas Wedgwood, licoreras Delf, juegos de té y café, japonés, chino e inglés. Mesa central plegable, montada para seis comensales con cubiertos de plata y vajilla inglesa que muestra en cada pieza una escena de la historia de América.





Al parecer el algún momento de su trayectoria existió una sala dedicada al despacho del señor, como se aprecia en esta fotocopia  

Cocina 
Enriquecida con exponentes que denotan la presencia de la mano de obra esclava: estelladora, pilón, anafre y utensilios de cocina en barro y bronce, entre otros.




Patio principal
Cuenta con un patio central con fuente y tarja, que perpetúa la historia de la familia.










Traspatio
Típico de las construcciones coloniales del siglo XIX con galerías, colgadizos y cochera.

Entrada por Ave. Jesus Menéndez (Puente) hacia la cochera y el traspatio




 


Escalera al segundo piso y azotea

Balcón del segundo piso que da al traspatio




Sótano 

En el 2008 cerró sus puertas para someterse a una reparación capital donde intervinieron fuerzas constructoras de la provincia y especialistas de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos del territorio. En el 2012 reinició sus servicios como parte del programa integral de rehabilitación y restauración que se llevó a cabo en el centro histórico de la ciudad de Sancti Spiritus con motivo del aniversario 500 de la villa, celebrado en 2014.

Vista del museo desde el campanario de la Iglesia Mayor

Fuentes:
Archivos privados de descendientes de la familia Valle Iznaga
Treinta maravillas del patrimonio arquitectonico cubano. Alicia Garcia Santana
Ecured
Wikipedia
Periódico Escambray
Colección Cubana, Universidad de Miami
Fotos de archivo
Fotos tomadas de Internet
Fotos de Petronio Smirnoff
Fotos y edición de Arturo Delgado Pruna



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